viernes, 6 de marzo de 2009

Publiqué el Comulgatorio

En verano de 1650 fui destinado a Zaragoza con el cargo de Maestro de Escritura, y el año siguiente publiqué la primera parte de mi obra: El Criticón. A excepción de El Comulgatorio. Publiqué toda mi obra sin el permiso de la compañía, lo que provocó protestas formales que fueron elevadas a las instancias rectoras de los jesuitas. Tales quejas no me disuadieron al punto de que apareciera en Huesca la segunda parte de esta obra. Algunos jesuitas valencianos, a consecuencia de viejas enemistades, interpretaron uno de mis pasajes como una ofensa a sus personas, lo que me granjeó nuevos ataques ante los superiores de la compañía que apuntaban al contenido escasamente doctrinal de mis obras, impropias de un jesuita, ya que, ocupándose todas ellas de la Filosofía Moral, esta se aborda desde una óptica profana. Quizá para contribuir a mi descargo público, por primera vez con mi auténtico nombre, El Comulgatorio (1655), un libro acerca de la preparación para la Eucaristía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario