sábado, 14 de marzo de 2009

Mi decadencia

La publicación de la tercera parte de mi obra El criticón en 1657 me perjudicó mucho pues el nuevo provincial de Aragón, Jacinto Piquer, me regañó y me puso en ridículo en el refectorio. Fue una mala experiecia pero lo peor fue cuando me puso como penitencia ayuno a pan y agua, prohibió tener tinta, pluma y papel para que no escribiese, me quitó la cátedra de Escritura del colegio Jesuita de Zaragoza. En 1658 fui enviado a Graus en el prepirineo oscense y qué frío pasé allí. Al poco tiempo escribí a un General para que me ingresara en otra orden religiosa, el no me atendió. En 1658 fui enviado al colegio de Tarazona para desempeñar varios cargos, mi pena fue aplacándose. Los últimos contratiempos aceleraron mi decandencia física, me iba apagando como una vela.....En junio no pude asistir a una congregacón de Calatayud mi cuidad natal,

(Baltasar Gracián falleció el 6 de diciembre de 1658 en Tarazona)

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