domingo, 15 de marzo de 2009
sábado, 14 de marzo de 2009
Mi decadencia
La publicación de la tercera parte de mi obra El criticón en 1657 me perjudicó mucho pues el nuevo provincial de Aragón, Jacinto Piquer, me regañó y me puso en ridículo en el refectorio. Fue una mala experiecia pero lo peor fue cuando me puso como penitencia ayuno a pan y agua, prohibió tener tinta, pluma y papel para que no escribiese, me quitó la cátedra de Escritura del colegio Jesuita de Zaragoza. En 1658 fui enviado a Graus en el prepirineo oscense y qué frío pasé allí. Al poco tiempo escribí a un General para que me ingresara en otra orden religiosa, el no me atendió. En 1658 fui enviado al colegio de Tarazona para desempeñar varios cargos, mi pena fue aplacándose. Los últimos contratiempos aceleraron mi decandencia física, me iba apagando como una vela.....En junio no pude asistir a una congregacón de Calatayud mi cuidad natal,(Baltasar Gracián falleció el 6 de diciembre de 1658 en Tarazona)
viernes, 13 de marzo de 2009
Un poema dedicado a mi vida.

Baltasar Gracián
Laberintos, retruécanos, emblemas, JORGE LUIS BORGUES |
Jorge Francisco Isidoro Luis Borges nació enBuenos Aires, 24 de agosto de 1899 y murió en Ginebra el 14 de junio de 1986, fue un escritor argentino, uno de los autores más destacados de la literatura en español del siglo XX. Publicó ensayos breves, cuentos y poemas.
jueves, 12 de marzo de 2009
miércoles, 11 de marzo de 2009
¡¡A bailar!!
En este juego podrás bailar acompañándome. Tiene 3 niveles muy entretenidos. Demuestra tus habilidades para hacer la mejor coreografía.
martes, 10 de marzo de 2009
Mi ciudad natal
Este es el lugar donde nací en Belmonte, pero después de mi muerte fue nombrado en mi honor Belmonte de Gracián. Yo vivía en una casa enfrente de una iglesia. Fui jesuita barroco y escritor. Mis libros eran pequeños por aquello de que: "Lo bueno si breve, dos veces bueno".
lunes, 9 de marzo de 2009
El Héroe
El Héroe, obra que escribí a los 36 años, es el primero de mis libros que publiqué, en 1637. Un tratado en el que me propongo describir al ideal hombre excepcional. El estilo de mi primera producción literaria refleja ya una gran madurez. domingo, 8 de marzo de 2009
El Discreto

sábado, 7 de marzo de 2009
El Criticón
La publiqué en tres partes en 1651, 1653 y 1657. La considero como mi obra maestra. Se recoge toda mi obra en forma de ficción novelesca.
La obra adopta la forma de una gran alegoría que abarca toda la vida del hombre, representado en sus dos facetas de impulsivo e inexperto. Es una obra literaria que resume toda mi visión de filosofía del mundo bajo la forma de una gran epopeya moral. Proyecto una obra de fabulación que resume mi pensamiento. La novela fue escrita en mis años de plena madurez.
ARGUMENTO:
Un náufrago, Critilo, hombre experimentado, es arrojado a las costas de la isla de Santa Elena, donde conoce a Andrenio, el hombre natural, criado por un animal al margen de toda civilización, y a quien Critilo enseña a hablar. Andrenio le cuenta cómo nació en una cueva cerrada y tras un terremoto, vio la luz y la hermosa Naturaleza, comprendiendo que solo podía ser obra del Supremo Artífice. Son rescatados por una flota española y juntos comienzan una larga peregrinación alegórica en diversas etapas en la Corte de España, Aragón, Francia y Roma en busca de Felisinda (la felicidad), esposa deseada por Critilo y madre de Andrenio, para al final de su vida alcanzar la Isla de la Inmortalidad.
ESTRUCTURA:
En la Primera Parte, subtitulada «En la primavera de la niñez y en el estío de la juventud», los protagonistas Critilo y Andrenio se encuentran, cuentan sus peripecias vitales que les han llevado a conocerse en la isla de Santa Elena y emprenden el viaje a España, comenzando por la Corte.
El contenido del relato se configura temporalmente a través de un eje cronológico marcado el ciclo vital del hombre, asociado a las estaciones del año, tal y como aparece esbozado en el último capítulo de El Discreto. Este progresa de manera lineal, pero recorrido por constantes digresiones e interrupciones del hilo narrativo. En estos remansos aparecen cuadros alegóricos donde se da cuenta de todo un mundo de relaciones entre conceptos y figuras de la ficción.
LENGUAJE Y ESTILO:Me fijé en el estilo lacónico de Tácito, Séneca y Maricial mi paisano. Pero ello no significa que sea un estilo llano.
Mi prosa, se compone de oraciones independientes y breves, separadas por signos de puntuación y no por nexos de subordinación. Predominan, pues, la yuxtaposición y la coordinación. Mi profundidad, está en el concepto, no en la sintaxis. La riqueza semántica, casi siempre polisémica, es otra de las características del estilo de El Criticón. La doble interpretación del plano real y el alegórico o filosófico es lo que confiere una densidad extraordinaria a mi magna novela.
Por otro lado usé constantemente el contraste, la antítesis. La sintonía, estaba compuesta de apariencia engañosa y verdad escondida. El oxímoron, la paradoja y el contraste eran también figuras literarias utilizadas.
Otro rasgo estilístico es la búsqueda de la precisión léxica, para la que en muchas ocasiones recurro al neologismo de creación. Recurrí a acepciones caídas en desuso y que puse en primer plano. Otras veces traje a colación nombres propios para crear vocablos comunes: «su minerva» (su inteligencia o sabiduría). Aumenté el caudal del vocabulario español, como podrecer (pudrir).
viernes, 6 de marzo de 2009
Publiqué el Comulgatorio
En verano de 1650 fui destinado a Zaragoza con el cargo de Maestro de Escritura, y el año siguiente publiqué la primera parte de mi obra: El Criticón. A excepción de El Comulgatorio. Publiqué toda mi obra sin el permiso de la compañía, lo que provocó protestas formales que fueron elevadas a las instancias rectoras de los jesuitas. Tales quejas no me disuadieron al punto de que apareciera en Huesca la segunda parte de esta obra. Algunos jesuitas valencianos, a consecuencia de viejas enemistades, interpretaron uno de mis pasajes como una ofensa a sus personas, lo que me granjeó nuevos ataques ante los superiores de la compañía que apuntaban al contenido escasamente doctrinal de mis obras, impropias de un jesuita, ya que, ocupándose todas ellas de la Filosofía Moral, esta se aborda desde una óptica profana. Quizá para contribuir a mi descargo público, por primera vez con mi auténtico nombre, El Comulgatorio (1655), un libro acerca de la preparación para la Eucaristía.
jueves, 5 de marzo de 2009
Cuando me dedique más a la literatura

miércoles, 4 de marzo de 2009
Publique el Discreto, Oráculo manual y Arte de prudencia

Allí se estaba muy "agustico" con el calor de la magnífica biblioteca del hospital, y decidí preparar una nueva obra, El Discreto, que dió luz en Huesca por Juan de Nogués. En ese mismo año fuí nombrado capellán del ejército en Lérida, y se formó la guerra de Cataluña.
Pero allí no estuve mucho tiempo porque pronto me destinaron hacía Huesca.
martes, 3 de marzo de 2009
Mi época de confesor con el virrey.
Lastanosa reunía en su casa-museo un importante cenáculo literario y artístico. El palacio del prócer oscense, que fue visitado por Felipe IV, era conocido por sus exquisitos jardines, por una estupenda armería, por la colección de medallas y por una magnífica biblioteca. En 1639 llegué a Zaragoza, nombrado confesor del virrey de Aragón Francisco María Carrafa, duque de Nochera, con quien viajé a Madrid, donde prediqué. No obstante, mi estadía en la Corte fue desalentadora, pues, aunque aspiré a medrar entre la república literaria de la capital, mis ambiciones se saldaron con un franco desengaño. Con todo, publiqué allí mi segunda obra (El político , 1640).lunes, 2 de marzo de 2009
Del colegio de Calatayud al de Gandía
En 1623 comencé mis estudios de Teología en el Colegio de Zaragoza, menos mal que cuatro años más tarde acabé estos estudios, me puse todo loco y grité a los cielos: ¡¡¡POR FIN TERMINÉ!!!, luego me ordenaron sacerdote. Volví con una alegría inmensa al colegio de Calatayud como profesor de Gramática Latina (pensando para mí; pobre de mis alumnos, la que les espera...). Residí en esta ciudad, a la que amé con tanta pasión y siempré recordaré, hasta 1630, fecha en la que me desplacé no con tanta alegría como antes... al Colegio de Valencia. Allí realicé mi tercera probación (si, suena raro, pero cierto). Desde allí me marché para Lérida ocupando la cátedra de Teología moral durante dos largos años, tras los cuales me instalé de nuevo en otro colegio, el de Gandía. En cada colegio y ciudad diferente tenía vidas distintas, por lo que no era de gran agrado abandonarlas constantemente. En Gandía no estaba de acuerdo con mis hermanos de religión por diferencias regionalistas.
domingo, 1 de marzo de 2009
Mi infancia y juventud
A los 18 años ingresé en la compañía de Jesús, en el noviciado de Tarragona donde estuve dos años estudiando para mi buena formación religiosa y aproveché para estudiar dos años de Filosofía en el colegio de Calatayud.

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